Puja al interior de la Troika

 

En un comunicado reciente de su economista jefe, Olivier Blanchard, el FMI modificó las previsiones de crecimiento y déficit público de la economía española. Según las nuevas estimaciones, la caída del producto en 2012 será menor (de 1,5% en lugar de 1,8%), mientras que la de 2013 mayor (-0,6% en lugar de +0,1%). Esta evolución económica ubica a España como el país de peor desempeño en 2013 entre los países desarrollados, seguido de Italia (con una caída del PIB de 0,3%). Por otro lado, también se modifican las previsiones de déficit público. Superando a todos los objetivos establecidos, la institución calcula que en 2012 el rojo de las cuentas públicas se ubicará en el 8% del PIB, un punto porcentual por encima de la estimación anterior. Para 2013 también observa un deterioro en relación a estimaciones previas, al pasar de 5,9% a 6,1% del PIB. Cabe destacar que todas estas previsiones no consideran los recortes presupuestarios anunciados la semana pasada por el gobierno, de forma que posiblemente la caída sea mayor, mientras que el déficit sería algo más modesto.En el mismo comunicado, se afirma que los cambios estructurales que está realizando nuestro país solo podrán tener éxito si tiene la capacidad de financiarse a un costo razonable. Incluso habla de que tanto España como Italia pagan un sobreprecio por su deuda de 200 puntos básicos, como consecuencia de las tensiones sobre los mercados de deuda. Para evitarlo, el FMI le reclama al BCE que retome medidas “no convencionales” como la compra de deuda en el mercado secundario. En parte, el motivo por el cual los ajustes no surtirían efecto de no ir acompañados de la reducción en la prima de riesgo es que una buena proporción del ahorro generado por la consolidación fiscal terminaría gastándose en un mayor pago de intereses. Independientemente del acuerdo o no con la dirección de las medidas económicas, se evidencia la necesaria coordinación de políticas entre los países y las instituciones supra-nacionales en una unión monetaria. Esto es justamente uno de los puntos más flojos que hoy tienen la Zona Euro. Por otro lado, debí decir que teniendo en cuenta la experiencia latinoamericana, nunca pensé que iba a ver al FMI insinuando a un banco central para que tome medidas más heterodoxas. En las recurrentes crisis vividas en la región siempre exigía más esfuerzo y medidas más ortodoxas. Evidentemente, en Europa somos capaces de casi todo, hasta de generar una institución propia que haga ver al FMI como el “policía bueno”. Otro tema es que el nivel macro empieza a ceder paso al nivel micro, las medidas de ajuste auguran un otoño muy caliente básicamente porque sucederán dos cosas: a) todos mirarán la paja en el ojo ajeno y por ello habrá una pugna muy fuerte por suavizar los costes del ajuste en determinados sectores de la población y b) porque las elecciones en Estados Unidos harán que los mercados se pongan nerviosos, muchos mas de lo que están ahora y eso implica pagar alto precio por nuestra deuda (un calculo muy sencillo: multipliquen la deuda por un tipo de interés del 4 % y luego dividan esa cantidad por 1 billón = el resultado es el porcentaje de PIB en esfuerzos que debemos hacer el sector privado más el público cada año solo para pagar intereses, pues de amortizar la deuda ni hablemos)