DEL DICHO AL HECHO…………

Del dicho al hecho…Luego de varios días en las que la prima de riesgo de la deuda española parecía no tener techo, el diferencia con el bono alemán se relajó gracias a las palabras del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, quien afirmó que “El Banco Central está dispuesto a hacer todo lo que sea necesario para preservar el euro. Y créanme, eso será suficiente”. Esta afirmación fue interpretada por los mercados como una inminente intervención del BCE en el mercado secundario de deuda de España e Italia, de forma de reducir los insostenibles intereses a los que estaban realizando las colocaciones.

Frente a la pregunta acerca de si este tipo de intervención es parte de las competencias del BCE, a diferencia de la semana pasada cuando negó cualquier tipo de intervención en el mercado de deuda, Draghi contestó que “En la medida en que las primas de riesgo dificulten el funcionamiento de los canales de transmisión de la política monetaria, caen bajo nuestro mandato”. ¿Por qué las primas de riesgo pueden dificultar la transmisión de la política monetaria? El problema es que todo banco central actúa sobre el tipo de interés interbancario a un día, bajo la idea de que este tipo luego se traslada a toda la curva de tipos de diferentes vencimientos. Pero los bancos centrales no tiene control directo sobre los tipos activos a los que los bancos comerciales ofrecen el dinero. Uno de los motivos de esto es que la percepción del riesgo por parte del mercado financiero puede hacer que los tipos activos se incrementen incluso frente a una reducción de los tipos de referencia del banco central.

En efecto, esto es lo que ha estado sucediendo en gran parte de la crisis en casi todas las economías. No obstante, si el BCE interviene en el mercado secundario de deuda, su demanda puede incrementar el precio de los bonos, reducir los tipos que paga y así bajar el diferencial respecto al activo considerado libre de riesgo, que en Europa es el bono alemán.Cabe aclarar que esta medida no apunta directamente a reactivar el crédito en la economía. Con una recesión como la que vive hoy España es muy difícil que las empresas y las familias quieran endeudarse. Más bien la tendencia es la inversa. Pero, como el tipo que pagan los bonos ya emitidos son siempre una referencia para hacer las ofertas por las nueva emisiones, se espera que al reducir la prima de riesgo los Estados de España y Italia sean capaces de financiarse a precio menores. Caso contrario, como decíamos en un post reciente, buena parte de la reducción de gastos producto de las medidas de consolidación no terminan disminuyendo el déficit, sino compensándose con los mayores pagos en concepto de intereses de la deuda. En definitiva, de cumplir con las expectativas, el BCE intervendrá en el mercado secundario de deuda de los países en problemas. Esto es justamente algo que se viene pidiendo desde muchos ámbitos, entre ellos este mismo blog. No obstante, aún falta confirmar la intervención, así como el momento y los montos. Una intervención tardía y/o con montos escasos no surtirá el efecto deseado y no servirá de mucho. Por lo tanto, por el momento se debe mantener la cautela y esperar a ver cómo actúa el BCE. En efecto, ya se ha comprobado en muchas ocasiones durante la presente crisis que del dicho al hecho hay mucho trecho.

Llega el verano y habrá que prepararse para una primavera caliente en lo social pues las medidas de recorte no serán fácilmente aceptadas sino hay posibilidad que la economía vuelva a la senda del crecimiento. Es hora de entender que recortes no son reformas y que la educación, la salud, la tecnología, el turismo, la energía, el sector público necesita reformas y no recortes. En lo económico la caída de la demanda de China puede dar inicio a un cambio de tendencia en el crecimiento de los países emergentes y ello puede complicar el panorama de crecimiento mundial y por último, en lo político la clave es si Obama será el único Jefe de Estado que repita a pesar de la crisis.