THE ECONOMY IS NOT GOING WELL
Our economy continues to the drift
Last week we received two very important data of the Spanish economy: growth and the unemployment rate in the last quarter of 2012. Even though it was no surprise, the economic data confirm, the declining trend which has been presenting our economy since late 2008, with the outbreak of the international financial crisis.
Nuestra economía sigue a la deriva
La última semana hemos recibido dos datos muy importantes de la economía española: el crecimiento y la tasa de paro del último trimestre de 2012. Si bien no fue ninguna sorpresa, los datos confirman, e incluso profundizan, la tendencia descendente que viene presentando nuestra economía desde fines de 2008, con el estallido de la crisis financiera internacional. La diferencia entre el primer episodio de recesión es que se daba fundamentalmente por factores exógenos y la política pública hacía un intento por paliar dichos efectos. En la presente recesión son las políticas internas las que generan buena parte de la caída, mientras que el único impulso viene por la demanda externa.
En relación al crecimiento, la estimación del Banco de España muestra una reducción en el nivel de actividad del cuarto trimestre de 2012 de 0.6% respecto al tercer trimestre (datos desestacionalizados) y 1.7% en comparación a igual período del año anterior. El factor determinante de esta evolución es la demanda interna, debido a una disminución en el trimestre del consumo privado de 1.6% y de la inversión de 2%. A esto se suman las medidas de ajuste fiscal del sector público. Así, la demanda interna cae 1.9% en el trimestre y 3.9% en el año. Estos datos negativos se ven algo compensados por el sector externo. Si bien las exportaciones en el cuarto trimestre mostraron una variación negativa (-0.7%), en el total del año se incrementaron en 3.3%. Por su parte, las importaciones caen 5% tanto en el trimestre como en el total del año. Así, el sector externo hace una contribución positiva al crecimiento de 1.4 puntos porcentuales del PIB en el trimestre y de 2.6 en el año, que como decíamos al comienzo no alcanzan para compensar el deterioro de la demanda interna.
Fuente: INE / El País
Como no podía ser de otra manera, la continua caída en el nivel de actividad tiene sus efectos en el mercado de trabajo. Así, en el cuarto trimestre de 2012 la cantidad de desempleados rozó los 6 millones de personas y alcanzó al 26% de la población económicamente activa (PEA). Ambas cifras son las más elevadas desde que se tiene registro en España. Incluso, los datos no fueron peores, gracias a la caída de la PEA en más de 176 mil personas en el trimestre, un claro reflejo de que mucha gente sin trabajo está dejando de buscarlo ante la falta de oportunidades. De no ser por este efecto de desánimo, el desempleo hubiera superado los 6 millones. Asimismo, este escenario se está viendo reflejado en las corrientes migratorias, ya que solo en el trimestre salieron de España 125.000 personas de entre 20 y 35 años. Así, queda reflejado que la recesión no tiene un impacto únicamente en corto plazo, sino que también mina las oportunidades de desarrollo del país en el largo plazo ante la salida de jóvenes, muchos de ellos muy formados (pérdida de capital humano).
Fuente: INE / El País
Como si esto fuera poco, las previsiones de la economía para este año no son muy esperanzadoras. El Fondo Monetario Internacional (FMI), quien ya se está arrepintiendo de las recomendaciones de ajuste realizadas, prevé una continuación de la recesión, con una caída adicional del PIB de 1.5%. Esto deja a España en la cola de crecimiento de los países del mundo. El FMI recién proyecta una expansión del PIB para 2014, de tan solo 0.8%, tasa insuficiente para crear empleo neto. Además, en caso de seguir deteriorándose las previsiones para nuestro país, esta tasa podría pasar rápidamente a números rojos.
En definitiva, la economía de España se sigue hundiendo. A diferencia de la recesión de 2008 y 2009, esta vez la caída está más relacionada con factores internos que externos. Dentro de los factor internos, una parte importante se lo lleva las políticas públicas. Resumiendo, el camino de ajuste seguido es contraproducente, no solo para generar crecimiento y empleo, sino incluso para su objetivo de consolidar las cuentas fiscales. Si no se plantea una solución alternativa, la tendencia continuará hasta que la solución no sea un decisión de política sino una situación impuesta por el deterioro de las condiciones sociales.
Escrito por Daniel Sotelsek – Economía