Como me duele Argentina….

Como me duele Argentina (Do not cry for you Argentina)

The “crisis” term is very common  today. However, Spain is not the only country  that can be considered in this situation. Argentina is another good example and I believe that today begins again.

To understand Argentina, probably will have to understand a lot about its history, its people, its culture but certainly among these things, is necessary to discuss the repeated-financial economic crisis that happened in Argentina.

El término “crisis” hoy está muy relacionado a España. Sin embargo, nuestro país no es el único que puede considerarse en esta situación. Hoy hablaremos de otro país (también nuestro para muchos) en crisis, pero de características muy diferentes a la del sur de Europa. Me refiero a Argentina, país que logró tener un nivel de vida comparable, e incluso mejor, al de muchas regiones de Europa, pero que en los últimos 40 años las repetidas crisis equipararon su nivel de vida a la media latinoamericana.

Para entender Argentina, seguramente habrá que entender muchas cosas de su historia, de su gente, de su cultura pero seguro que entre éstas cosas está entender las repetidas crisis económicas-financiera por la que ha pasado la Argentina en los últimas décadas y que ha evidenciado que Argentina no es un país desarrollado y por el contrario los datos avalan una suerte de economía subdesarrollada crónica.

tasa del pibFuente: CEPAL

Esto significa muchas cosas pero, a los efectos de este post, nos centraremos en el análisis de su estructura productiva la cual no logra cubrir todos los sectores de la economía, sino solo unos pocos y sobretodo de relativa baja complejidad (esto afecta la productividad). En el caso de Argentina esto significa que posee un sector agropecuario competitivo, pero un sector industrial, de servicios, de innovación y tecnología cuya productividad no es suficiente para competir con las empresas que siguen las mejores prácticas internacionales. Esto provoca el primer gran problema histórico y es que para mantener un ritmo elevado y constante de crecimiento, es necesario recurrir a una suerte de crisis recurrente de la balanza de pagos, dicho en otras palabras, “escasez de dólares”.

¿Cómo es la dinámica de este hecho tan singular y que está en los genes de la Argentina? A medida que la economía crece, la industria va necesitando bienes de capital, los cuales tiene que ser adquiridos en el exterior, ante la falta de producción interna. Estas importaciones son financiadas con los dólares que provee el sector agropecuario y, eventualmente, con créditos del exterior. No obstante, durante la parte ascendente del ciclo económico, la industria crece a un ritmo mayor en relación al agro, por lo que las importaciones son cada vez más significativas, mientras que los dólares que provee las exportaciones de bienes primarios van siendo insuficientes para financiar las compras al exterior. Finalmente, llega un punto en que se genera un déficit en cuenta corriente, el cual obliga a la economía a desacelerarse, e incluso entrar en recesión, de forma de reducir las importaciones y restablecer el equilibrio externo. Muchas veces esto se ha postergado como resultado de la entrada de capital financiero golondrina que una vez obtenida la rentabilidad se retira generando una crisis mayor de Balanza de Pagos que la que evitó en su momento.

Pero esta vez las cosas parecían ir mejor, el mundo de la periferia tenía precios de intercambio favorable.  El último ciclo ascendente de Argentina, y de la mayor parte de los países cuya producción de bienes primarios es significativa, tuvo la particularidad de que fue acompañado por un incremento inusitado de los precios de los bienes que típicamente exportan. De esta manera, las exportaciones de productos primarios traían muchos dólares a la economía, los cuales en parte eran utilizados para importar los bienes de capital que la industria necesitaba para crecer. En otras palabras, la restricción externa de la que hablábamos en el párrafo anterior fue postergándose a medida de que los precios de los bienes primarios seguían aumentando.

Otro hecho importante es que Argentina en 2002 tuvo una crisis sin precedentes medido en términos de la pérdida de su producto anual, lo cual permitió que la recuperación fuera también fuerte, gracias a que había en el país mucha capacidad productiva sin utilizar, tanto trabajadores (desempleo) como bienes de capital. Pero, en 2005, ya se alcanzó el máximo de producción anterior, que era de 1998. A partir de allí, la historia se repetía, Argentina siguió creciendo como consecuencia de inversiones productivas que se fueron realizando, ayudadas por un contexto internacional –que se mencionaba previamente- de elevados precios de las materias primas y un relativamente fácil acceso a los mercados financieros internacionales (cabe recordar que Argentina cayó en cesación de pagos en 2002 y que en 2005 hace el canje de deuda con una importante quita, pero que le permitió comenzar nuevamente a pagar los compromisos de su deuda). Esto redujo aún más los tipos de interés que debía pagar para acceder a deuda, acercándose mucho a los precios que enfrentaban países como Brasil.

Sin embargo, este proceso de fuerte crecimiento (como se puede observar en el gráfico anterior) entre mediados de 2002 y mediados de 2008 Argentina creció casi un 10% por año), a medida que iba reduciendo el desempleo, también comenzaba a generar presiones inflacionistas. Este fue el problema que el gobierno no supo gestionar correctamente y que fue llevando la economía a la crisis en la que hoy se encuentra. En lugar de plantear una política económica contracíclica, de forma de moderar el aumento de la demanda y alinearla con las posibilidades de incremento de la oferta, en 2006 el gobierno buscó reducir la inflación –que había superado el 10% anual- mediante acuerdos de precios con las empresas. Ante el fracaso de esta estrategia, al año siguiente se decide intervenir el instituto de estadística del país, de manera de subestimar los datos de inflación. De esta manera, el gobierno se ahorraba buena parte de los intereses de la deuda, que había quedado indexada a la inflación luego de la reestructuración realizada tan solo dos años atrás… Pan para hoy, hambre para mañana…

Con el tipo de cambio anclado desde el año 2002, Argentina iniciaba el camino ya tantas veces recorrido de la Inflación. Evidentemente, con esta actitud Argentina decidía prescindir totalmente de los mercados de crédito internacionales, pues pocos pensaba en  prestar a un país que no dice la verdad acerca de su inflación real, con el objetivo de pagar menos intereses por la deuda contraída. A corto plazo, esto no representaba un problema, dado que en ese entonces Argentina poseía un muy elevado superávit externo, basado en las exportaciones de materias primas, cuyos precios seguían subiendo.

Pero, la crisis mundial iniciada en 2008, también marcó la desaceleración del crecimiento de los precios de las materias primas. Así, el valor de las exportaciones de Argentina también fue presentando una variación más moderada. Mientras tanto, la economía seguía creciendo fuertemente, a expensas de incrementos cada vez más importantes del gasto público. Para dar una idea de la situación, durante el gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007) se hablaba de dos pilares de la economía: el superávit fiscal equivalente el 3% del PIB y la acumulación de reservas internacionales. En cambio, durante el primer mandato -y en lo que va del segundo- de Cristina Fernández de Kirchner, el superávit fiscal se fue reduciendo hasta alcanzar posiciones deficitarias (con la privatización del sistema de jubilaciones incluido, lo que implicó el traspaso de una gran cantidad de recursos). En definitiva, este crecimiento de la economía hacía que las necesidades de importaciones también se mantuvieran aumentando a un ritmo elevado, lo que fue erosionando el superávit de cuenta corriente, el cual no podía ser financiado por la cuenta capital, dado que la subestimación de la inflación –y por tanto del pago de intereses de la deuda- había generado una situación de desconfianza en el país.

La solución planteada volvió a ser cortoplacista: se decidió comenzar a restringir las importaciones de bienes, de forma de restablecer el superávit de cuenta corriente (exportaciones menos importaciones). Más allá de la forma en que se fueron tomando las decisiones acerca de permitir o no el ingreso de un determinado bien de importación (se dieron casos, por ejemplo, de faltante de insumos básicos para la producción o bien de medicamentos), esta medida logró su cometido de volver a presentar un superávit de cuenta corriente. El coste era muy claro: acelerar la salida de capitales, con lo que el remedio fue peor que la enfermedad y no se resolvió el tema de la escasez de dólares.

Resultado fiscal, cuenta corriente y variación de reservas internacionales (% del PIB)

cuenta corrienteFuente: CEPAL

La situación se agravó cuando se comenzó a percibir una situación que ya se venía viendo venir, pero que nadie quería asumir (la falta de inversión y los subsidios al consumo de energía son algunas de las variables que muestran porqué la crisis es inevitable): el déficit energético. Hace ya varias décadas que Argentina era exportador neta de petróleo. Sin embargo, el incremento de la demanda interna, sumado a la reducción en la producción, fue generando que los excedentes para la exportación se redujeran, hasta alcanzar una situación en que el país se vio obligado a importar combustibles y electricidad. Estas importaciones agravaron la escasez de dólares, con el agravante que –en una medida de dudosa efectividad- se decidió estatizar la petrolera estatal YPF. (Más allá de la discusión –válida, por cierto- acerca de la necesidad de que un país explote sus recursos naturales a través de una empresa pública, la forma en que se dio la estatización generó una mayor desconfianza aún en el país, con su consecuente profundización de la salida de capitales).

Generación de energía eléctrica por tipo, según sistemas interconectados.Total del país. Años 2007-2011

energiaFuente: Indec

En definitiva, en 2011 Argentina se encontraba en una situación en la que ya no estaba creciendo, una inflación que se estima (ya que no se cuenta con estadísticas oficiales confiables) por encima del 20% anual, déficit fiscal, déficit en cuenta corriente (leve gracias a la restricción de las importaciones) y salida de capitales que hacía que las reservas internacionales del banco central fueran disminuyendo día a día. La solución… nuevamente un parche de corto plazo: el denominado cepo cambiario. Esta medida implica la prohibición de la compra de dólares por una parte (la gente compra dólares para el ahorro igual que “él que se quema con leche ve una vaca llora”), y la fuerte restricción para usos comerciales por la otra (remisión de utilidades y turismo). De esta forma, se buscaba frenar la salida de dólares, pero realmente lo único que logró es la creación de un mercado cambiario paralelo e ilegal.

Desde la aplicación del cepo, las reservas siguieron cayendo a razón de 10.000 millones de dólares anuales. A día de hoy, el stock de reservas se encuentra por debajo de los 30.000 millones, lejos del récord de más de 50.000 millones que alcanzó hace pocos años atrás. Mientras tanto, la economía se encuentra prácticamente estancada y la inflación ya se sitúa en torno a 30% anual, con expectativas de seguir aumentando. Las respuestas de política pública no se vislumbran y la duda a día de hoy es si la crisis va a terminar estallado antes o después de que la presidenta culmine su segundo mandato en 2015.

Es probable y todos deseamos que la crisis no sea ni de cerca tan fuerte como la de 2001, ya que la economía tiene hoy características muy diferentes, entre las que se destaca que los contratos están denominados en moneda nacional, no hay un tipo de cambio fijo y la deuda externa es baja. Pero lo que preocupa, una vez más y van……, es la oportunidad perdida para que Argentina ordenara su estructura productiva de cara al desarrollo.

A diferencia del pasado, la crisis de balanza de pagos que vive Argentina hoy no puede ser considerada culpa de un contexto externo desfavorable. Por el contrario, si bien dejaron de crecer tan fuertemente, los precios de las materias primas siguen en valores elevados, mientras que los mercados financieros internacionales están ávidos de prestar a países de la región latinoamericana. Por lo tanto, se puede afirmar sin miedo a equivocaciones que la actual crisis de balanza de pagos de Argentina es totalmente auto-generada. La oportunidad perdida significa, entre otras cosas, que Argentina hoy podría estar en una situación macroeconómica muy estable, desendeudada como lo está, pero con equilibrio fiscal. Asimismo, podría tener un stock de reservas internacionales suficiente como para olvidarse de problemas de balanza de pagos por muchos tiempo, como por ejemplo puede ser el caso de Brasil. No obstante, las malas decisiones en materia de política económica y, fundamentalmente, no aceptar que esas decisiones fueron erróneas y, por lo tanto, no volver atrás ciertas decisiones incorrectas, sino siempre redoblar la apuesta siguiendo con medidas de corto plazo, lo impidieron.

Hoy ya no parece haber forma de volver a doblar la apuesta. Solo restaría ver si el gobierno actual se sienta a esperar a que la situación aguante hasta 2015 y dejar la solución al próximo, o bien si comienzan decididamente a modificar ciertas medidas tomadas en los últimos años. Si bien está habiendo ciertas señales de intentos de cambios de rumbos, estas se terminan quedando solo en el discurso. Mientras tanto la economía sigue estancada, la inflación está en aumento y las reservas continúan cayendo.

La diferencia con las anteriores crisis es que esta vez no hay forma de culpar al contexto internacional, las malas decisiones de política económica y el populismo generaron una estructura fiscal que no se puede soportar y la salida tendrá un coste importante que esta vez mucho me temo será más visible en la conformación de una estructura social distinta a la Argentina que conocimos.

Daniel Sotelsek

La FED, el BCE y la política monetaria (el bueno, el malo y el feo)

The FED, the BCE, and the monetary policy (the good, the bad, and the ugly

Within the first month of this year in movement there are few editorials and opinion interviews that mention how the 2014 will be and what we should expect in terms of stability and growth.

The topic that has generated more attention as a consequence of the change in the administration of the FED, it has been the role of the central banks and the monetary policy. On this post I would like to make a reflection about that.

The UE has ended the 2013 with a growth rate closer to 0 and according to the FMI for 2014 is expected a positive rate of 0.9% approximately, while USA had increased 2.7% in 2013 and for 2014 is expected a rate of 2.8%, this means a rate that is 3 times superior. The unemployment is 12% in UE (with a very important heterogeneous degree) and of 7% in EEUU and the inflation is less than 1% in UE and 1.6 % in USA.

La FED, el BCE y la política monetaria (el bueno, el malo y el feo)

Con el primer mes del año en movimiento no son pocas las editoriales y entrevistas de opinión donde mencionan como será el 2014 y que nos deparará en términos de crecimiento y estabilidad.

Pero el tema que ha generado mas atención, como consecuencia del cambio de dirección en la FED,  ha sido el papel de los bancos centrales y de la política monetaria. En este post me gustaría hacer una reflexión en este sentido.

La UE ha terminado 2013 con una tasa de crecimiento cercana a cero y para 2014 se espera según el FMI una tasa positiva de 0,9% aproximadamente, mientras que EEUU ha crecido 2,7 % en 2013 y para 2014 se espera una tasa de 2,9 % o sea una tasa 3 veces superior, el paro es de 12% en UE (con un grado de heterogeneidad muy importante) y de 7% en EEUU y la inflación es menor al 1% en UE y 1,6 % en EEUU.

Estos datos (aproximados) muestran que sin duda en términos comparativos EEUU ha salido de la crisis y es verdad que ya nadie habla de crisis en EEUU y quizás la única voz discordante (en el grupo de los economistas progresistas) es  la de L. Summers (candidato a presidir la FED) quién habla de un periodo de estancamiento secular con debilidad de la demanda como regla y no como excepción.

En Europa si bien hay datos alentadores, nadie se atreve a dejar de lado la idea que la crisis sigue allí, aunque sea al final del túnel, y muchos piensan que lo más probable es que se instale un estancamiento de la economía para los próximos años.

¿Porqué esto es así?: Para dar respuesta a la pregunta se necesitarían muchos blogs, artículos y explicaciones que exceden lo que yo puedo decir en un post y seguramente el análisis sería incompleto y erróneo. Pero si creo que parte de la explicación y, quizás no las más importante, tiene que ver con el papel de los bancos centrales en ambos lados del Atlántico y la ampliación de la política monetaria a nuevos derroteros hasta ahora desconocidos al menos en términos cuantitativos.

¿Cuál es el grado de independencia de un Banco Central?: bueno sobre esto no está dicho la última palabra ahora que tenemos el caso de China, Rusia, India etc etc ya no está tan claro que los Bancos Centrales son siempre independientes.  Si bien en el caso de la FED y el BCE si se puede hablar de una independencia respecto al gobierno de turno, aunque mucho me temo que el BCE es menos independiente que la FED  (la independencia se demuestra con hechos y no con estatutos).

¿Cuál es la función de un Banco Central?. No es este el lugar para una respuesta amplia y detallada pero mucho dirían que es el mantenimiento de la estabilidad y eso se entiende como el mantenimiento de la inflación en niveles razonables. Pero creo que la principal función (especialmente en tiempos de crisis) es la de  “prestamista de última instancia”, eso sin duda solo lo puede hacer quién tiene la capacidad de emisión. En este sentido, aparece la primera gran diferencia entre la FED y el BCE.  Bernanke decía en su despedida esta semana que la FED fue creada para evitar las crisis y él decía que como chairman de la FED a lo único que le tenía mucho miedo (pánico) es al pánico. El BCE no es así, a todos los efectos no cumple la función de prestamista de última instancia y por ello Dragui nunca diría lo que ha dicho Bernanke y por eso el BCE sigue teniendo como meta principal el mantenimiento de la estabilidad monetaria, lo demás importa menos.

la foto 1-2

Entrevista de despedida de Bernanke en Brookings (17-1-14)

En EEUU, la FED ha vigilado sin descanso la posibilidad de entrar en deflación porque Bernanke sabe (es un estudioso de este  tema) que casi es el peor escenario al que se puede enfrentar una economía. Y lo segundo es que la FED tiene entre sus funciones evitar la recesión y apoyar estímulos que mejoren las condiciones del mercado de trabajo (aumento de la demanda vía estímulos) y el crecimiento.

Para eso los bancos centrales tienen a su alcance la política monetaria tradicional que se traduce en el manejo de los niveles del tipo de interés que ayudan a estos dos objetivos (no entrar en deflación -controlar la inflación-  y mejorar el empleo) . La FED no dudó en actuar en un mínimo tiempo, llegó hasta donde podía desde el punto  de vista teórico: “tasas de interés cero”. Pero como esto no bastaba se introdujo un pensamiento innovador en materia económica y se decidieron dos cosas pocas ortodoxas, una el programa “QE” (quantitative easing) que consiste en emitir una cantidad ingente de dinero y compras masivas de deuda pero la segunda y eso no debe pasar inadvertido fue la decisión de la FED de habilitar una línea para dar liquidez a las propias empresas comprando sus pagarés. Esto hasta tres veces en tres años y la conclusión es que  EEUU ha evitado el pánico y ha recuperado la economía pues ese es el objetivo de la FED digan lo que digan los estatutos.

Muchos opinan que a la hora de retirar los estímulos pueden venir los desequilibrios y eso puede ser cierto pero no cabe duda, como diría BASU (economista jefe del Banco Mundial) en su artículo sobre el alfabeto de la crisis (me refiero al uso de la V, W, U , L) que es necesario poner a funcionar la imaginación y practicar cambios en los paradigmas teóricos de la macroeconomía ( en este caso de la  política monetaria) de lo contrario una postura conservadora que busque siempre la evidencia antes de ensayar puede abocarnos a utilizar la letra “L” (caída y estancamiento)  para la salida de la crisis.

Que ha hecho el BCE, pues la verdad que no lo suficiente. En realidad hasta no hace mucho solo nos decía que lo importante y su deber era cuidar la inflación (postura muy alemana) y aún seguía afirmando esto cuando en realidad 2011,2012 y 2013 ya daban señales inequívocas de que el proceso de deflación está ahí mismo. Con  la crisis del Euro hizo unos tímidos avances en comprar deuda de los estados y relajar la prima de riesgo de algunos países. El EURO es un proyecto que estuvo y está en entredicho y una de las razones es porque no hay un prestamista de última instancia (Banco Central) de los países que tienen una moneda común en euro.

EL BCE no avanza mucho más allá en las medidas de política monetaria que no sea fijar el tipo de interés -ahora cercano a cero- (ni siquiera cero, ni siquiera rápido) ni tampoco se ha erigido en prestamista de última instancia. Pero corre un riesgo muy grande y es el de la deflación. Esto implica jugar a un juego  muy peligroso: Por una parte la deflación es como si los países devaluaran su moneda y eso es bueno ya que la economía se recupera vía la mayor competitividad del sector exterior, somos mas baratos vendemos mas afuera y esto hace que la economía crezca , cree empleo y salgamos de la crisis (también es posible que el déficit público mejore vía menos gastos). Por la otra, si devaluamos vía precios (deflación) el importe real de la deuda aumenta y la carga de la deuda puede llegar a ser insoportable pagando primas de riesgos mayores. Y como el BCE  no es un BC de cada país individual, los países caen en lo que acertadamente De la Dehesa nos recuerda: lo importante muchas veces no es el volumen de la deuda como % del PIB sino en que está denominada la deuda, pues si es en una moneda que no se controla (prestamista de última instancia) caemos en lo que se ha dado en llamar “ el pecado original” (término acuñado en LATAM y que básicamente viene a decir que el problema de la deuda es más grave cuando un país se endeuda en una moneda  que no es la que emite y por tanto una devaluación origina aumentos de le deuda y mayor vulnerabilidad reflejada en la fuga de capitales).

El crecimiento vía deflación nunca será suficiente para cubrir el pecado original, mientras que una actitud como la de la FED resolvería los dos problemas, estímulos para crecer y perdón del pecado original. Hasta que el BCE no tengo el mismo nivel de pánico por la deflación que por la inflación mucho me temo que Europa seguirá estancada.

Para ello se han puesto a trabajar en la UE de manera conjunta con el BCE y pensaron que la unión bancaria era un requisito para que el BCE actuara como Banco Central, pero la idea nace a medias como un proyecto a 10 años (como diría Keynes: en el largo plazo estaremos todos muertos”) y por lo tanto no será posible de momento  que alguien actúe como prestamista de última instancia.  En cuanto a la decisión previa de una supervisión única parece que las pruebas de stress bancaria no tendrán en cuenta el riesgo soberano lo cual es una contradicción en sus propios términos pues la clave no es la deuda sino que esta denominada en una moneda que no controlan los países y ese riesgo concluye en un círculo vicioso (un apunte; las normas de Basilea están hechas para un normal funcionamiento del sistema financiero y no para un sistema donde muchos estados tienen un balance negativo pues sus activos son menores a sus pasivos. En todo caso, las última noticias parecen confirmar que Basilea ya no se acuerda que hubo crisis…..)

Pero el BCE sabe que si al final aparece la deflación no le quedará mas remedio que actuar y para ello una vez la tasa de interés llegue a cero tiene tres opciones: fijar como objetivo el empleo en lugar de un objetivo monetario, introducir tasas negativas de interés o un programa de “QE” (compra de bonos gubernamentales  a los gobiernos en función de su participación en el PIB europeo) . Para esto hay que ser capaz de creer que la política monetaria que no está testeada funciona y segundo, ser independiente de los designios de los países.

Por último la Unión Fiscal o una política fiscal común ni siquiera se discute en la UE mientras que en EEUU esto permite hacer concesiones que regulan las asimetrías al interior de la Unión. Y un apunte al pasar, ya suenan vientos de una política fiscal poco ortodoxa y me refiero a la nueva propuesta de privatizaciones que ayudarían a pagar la deuda. Para llevar a cabe esta acción, como se puede ver en el cuadro adjunto, no hay mucho capital público comparado con la deuda: mucho me temo que la única solución es crecer…… Sin embargo hay que decir que la derecha europea acepta de mucho mejor  grado, una política fiscal heterodoxa (vender la joyas de la abuela) de saneamiento público, que una política monetaria heterodoxa de saneamiento. Creo que la izquierda no sabe no contesta…

Captura de pantalla 2014-01-17 a la(s) 18.54.05

Llegados a este punto en EEUU, se produce el relevo de la FED con Janet Yellen, la primera mujer en dirigir esa institución (actual vice chairman y de sobrada experiencia) lo cual no deja lugar a dudas que la apuesta heterodoxa seguirá adelante (no en vano ella proviene de Yale, fue alumna de Tobin, esta casada con Akerlof y es amiga de Stiglitz). El lugar de Yellen lo ocupará una persona de prestigio como Stanley Fischer lo cual refuerza el argumento. Mientras  en Europa por ahora tenemos elecciones donde se perfilan como ganadores los euro escépticos y un BCE que desoja la margarita entre la ortodoxia y la heterodoxia.

la foto-3

Muchas cosas más pero paramos aquí, deseando que el 2014 sea un buen año.

Daniel Sotelsek

¿Por qué fracasan las startups?

Why do start-ups fail?

We start off the year reflecting upon the confusion on the creation of start-ups that has developed in recent years. Without doubt the creation of these start-ups helps innovation and allows to create wealth but, why do they always fail? The explanation for this is simple: a lack of clients.

Comenzamos el año con una reflexión sobre la vorágine de creación de startups que estamos viviendo en los últimos años. Sin duda la creación de startups ayudará a la innovación y además a crear riqueza pero, ¿Por qué fracasan tanto las startups?  Parece probable que se trate de una respuesta sencilla: por falta de clientes.

¿Pero esto es realmente asi? O se trata de un problema motivado por la fijación de los creadores de startups en crear un producto o servicio lo mejor posible para sacarlo al mercado cuando todo esté listo y validado por su equipo de desarrolladores, sin tener para nada en cuenta a la parte más importante de la ecuación: “los clientes”?

Existe un método que parece estar funcionando bastante bien en Silicon Valley y que ya se ha extendido a casi todo el mundo, el método desarrollado por Steve Blank conocido como “Customer Development”. Según esta teoría los modelos de desarrollo orientados al producto están equivocados, ya que prácticamente se basan en tener una buena idea, desarrollar un gran producto, y “rezar” porque a alguien le interese comprarlo.

Según Steve Blank, que el producto que se les ha ocurrido a unos emprendedores encaje con las necesidades reales del cliente es muy difícil, por lo que propone aprender de los propios clientes y averiguar qué producto necesitan de verdad, y es esta la verdadera clave del sistema, aprender, aprender y después, aprender.

Las cuatro fases en las que se desarrolla este proceso son las siguientes:

customer_development

De una forma muy resumida, el proceso comienza por el “descubrimiento del cliente” es decir, si realmente hay alguien interesado en lo que se quiere construir, para pasar a la “validación del cliente“, en la que se crearía una “hoja de ruta” en la que probaremos si el modelo de negocio es escalable. Una vez validadas las hipótesis, el método sugiere pasar a la “creación del cliente“, es decir, crear una demanda real para nuestro producto para posteriormente intentar constituir una empresa propiamente dicha. En otras palabras, una startup no debe seguir un modelo de negocio según esta metodología, sino encontrarlo¡

Para terminar quiero compartir con vosotros un vídeo en el que Steve Blank expone con sus propias palabras este método. Buen comienzo del 2014…

PD: Quería agrehar esta infografia que ilustra otro problema que trataremos mas adelante y que tiene que ver con la duración de algunos éxitos empresariales.

Gartner-2012-Hype-Cycle