La crisis de Europa acaba de comenzar……….

Banco Central de Japón

The Europe crisis is just beginning ……….

You reap what you sow …

In the last days there have been published the latest statistics of growth of most developed countries. The evolution seems to start showing the effectiveness of the different strategies to deal with the new deceleration of developed economies, which in several cases already it has become recession.

Cosecharás lo que siembras…

En los últimos días se publicaron las estadísticas de crecimiento del primer trimestre del presente año de los principales países desarrollados. La evolución parece empezar a mostrar la efectividad de las diferentes estrategias seguidas para hacer frente a la nueva desaceleración de las economías desarrolladas, que en varios casos ya se ha convertido en recesión.

Al respecto, Japón lanzó en noviembre un ambicioso plan de estímulo tanto monetario como fiscal. En relación al primero, el Banco de Japón se propuso duplicar la base monetaria en un plazo de dos años, a través de la compra masiva de títulos de renta fija públicos y privados. Por el lado fiscal, se anunciaron obras públicas por un monto de 100.000 millones de euros. El objetivo del plan es fomentar el bajísimo crecimiento que evidenció el país en 2012 y salir de una vez por todas de la situación de deflación que lo aqueja hace ya más de una década. En efecto, el Banco de Japón anunció que la ampliación de la base monetaria continuará hasta que la inflación no se ubique en torno al 2% anual. Los primeros resultados del plan son mejores a los esperados, pues el primer trimestre del presente año presentó un crecimiento desestacionalizado de 0,9%, escapando así de la recesión e incrementando todas las previsiones de los próximos períodos.

Sin embargo, la política seguida por Japón no es nueva ni innovadora. Por el contrario, Estado Unidos ya la viene implementando desde el inicio de la crisis. Los resultados saltan a la vista, ya que después de la caída inicial de finales de 2008 y principios de 2009, el gigante norteamericano no volvió a mostrar tasas de variación del PIB negativas. Pero un dato reciente ha sorprendido a los analistas: a pesar de los estímulos fiscales, el déficit del país no solo se redujo, sino que va a presentar valores menores a los esperados. En efecto, el parecer va a terminar el año fiscal 2012 – 2013 con un déficit fiscal del 4% del PIB, cuando se proyectaba que alcanzara el 5,3%.

Por su parte, la Zona Euro exhibió un decrecimiento de 0,2% en el primer trimestre del año, alcanzando así la recesión más larga de su historia. De los países más grandes de la región, solo Alemania se salva –y por muy poco- de estar en recesión. En cambio, Francia mostró la cuarta caída en los últimos cinco trimestres, mientras que Italia y España llevan ya su séptimo trimestre de caída consecutiva.

¿Cuál es el motivo de este diferente comportamiento? Desde ya que son varios, pero a grandes rasgos puede destacarse que mientras Japón y Estados Unidos mantienen políticas monetarias y fiscales expansivas, la Zona Euro recomienda recortes al gasto público y el Banco Central Europeo sigue sin participar de forma tan activa como otros bancos centrales. El ejemplo más claro es la negación de las autoridades monetarias europeas a comprar deuda pública, que contrasta con la actitud de los bancos de Estados Unidos y Japón comprando no solo deuda pública sino también privada. El argumento utilizado es el posible incremento de la inflación, cuando el resto del mundo desarrollado lucha contra la deflación. Así, además, Europa se priva de una fuente de financiamiento que permitiría reducir los recortes e incluso hacer algo de política fiscal contracíclica.

Un último comentario en relación a las políticas monetarias expansivas de Estados Unidos y Japón. Si bien el argumento para actuar de esta forma es reducir los tipos de interés y así fomentar la demanda privada, este comportamiento también provoca una ampliación de la oferta de Yenes y Dólares, lo que reduce su precio. En otras palabras, deprecian su moneda, haciendo más competitiva su economía y beneficiándose no solo del mayor gasto interno, sino también de la demanda externa. Esto, desde ya, es en detrimento de la demanda de otros países. El Banco Central Europeo, realizando una menor política expansiva no solo pone en duda el cumplimiento de las obligaciones de los países miembro e impide que los tipos activos se vean reducidos, sino que también provoca una apreciación relativa de la moneda. Este juego de modificaciones del valor de las monedas, de modo de obtener una ventaja en detrimento del resto de países, con el objetivo de salir de la recesión o fomentar el crecimiento, se denominó guerra de divisas. Es cierto que no es una situación deseable y que requeriría una coordinación internacional para evitarla, pero en este caso, quien no entre en la guerra, saldrá derrotado.

Quizás vale la pena insistir en el argumento de la inflación porque claro que es posible un rebrote inflacionista si los estímulos no se retiran a tiempo, pero pensar en ello en estos momentos, donde está en juego la supervivencia del EURO, es casi un absurdo.

Bruselas flexibiliza los ajustes fiscales

Brussels flexibilizes fiscal adjustments

In an unexpected twist, this Monday the president of European Commission, José Manuel Barroso, announced that austerity exceeded recommended limits, and that this result is no longer because of the crisis (I wonder if it ever was?).

Marcha y contramarcha de la UE…

En un giro impensado hasta hace poco tiempo, el lunes de esta semana el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, anunció que la austeridad superó los límites recomendados y que ya no es respuesta a la crisis (¿acaso alguna vez lo fue?). De esta forma, se espera que en los próximos días se anuncien oficialmente los nuevos plazos para que los países de la Zona Euro cumplan con el límite del 3% del PIB del déficit fiscal. Este giro en las opiniones se da debido al retorno de la recesión en la región, las presiones del FMI por reducir las políticas de consolidación fiscal, la sensación de que el BCE no va a hacer mucho más de lo ya anunciado, e incluso por un informe (comentado en este blog) acerca del error cometido en las estimaciones de los multiplicadores fiscales y por tanto el costo de los recortes en términos del PIB. En definitiva, al parecer Francia y Portugal contarán con un año más para cumplir con el límite de déficit, mientras que España podrá disponer de dos más.

Asimismo, junto con el mayor plazo, se dará un mayor margen para los próximos años. En 2013, según el plan presentado a la Comisión Europea, España tenía que situar su déficit en 4,5% del PIB. Era evidente que esto no iba a poder cumplirse, luego de haber terminado 2012 con un rojo de 10,6%, el máximo de los 27 países miembros, aunque  sin contar el dinero utilizado para el rescate a la banca el saldo negativo se reducía hasta 7%. Entonces, al parecer, el nuevo objetivo para este año será de 6,5%, por encima del 6% que el mismo Gobierno había ido a negociar. Por su parte, considerando que el déficit relacionado con los rescates no debería volver a repetirse este año, el ajuste queda solo en  0,5% del PIB, mucho menor que los 2,5% pensado originalmente.

Estos anuncios dan algo de oxígeno al Gobierno de Rajoy, ya que a pesar de todo el esfuerzo realizado, la recesión producto de los recortes anuló toda mejora al resultado fiscal. En efecto, de los dos niveles administrativos que controla el Ejecutivo (Administración central y Seguridad Social), el recorte respecto al Gobierno de Zapatero es insignificante: del 5,2% en 2011 al 5,1% en 2012. En línea con estos datos, la deuda pública española no para de crecer. Ya se ubica casi en el 85% del PIB, que si bien hay muchos países de la Unión más endeudados, en ningún caso el crecimiento es tan acelerado.

La incógnita que persiste es si los gobiernos de Europa aprovecharán estos nuevos plazos para realizar alguna política fiscal de estímulo, o al menos para intentar salir de la lógica de ajustes, recesión, menor recaudación, necesidad de más ajustes. Como venimos afirmando desde este blog, los países más indicados para ello son los que presentan posiciones fiscales más solventes. El caso más evidente es Alemania, quien a pesar de estar muy próxima a volver a entrar en recesión, logró en un 2012 superávit fiscal de 0,2% del PIB. Pero ya perdimos las esperanzas de que el país germano apoye a la Eurozona a través de su déficit. Al menos estas medidas serán útiles para aliviar la situación de los países, como España, con una necesidad permanente de acudir a los mercados financieros. La holgura en los plazos deja a estas economías menos expuestas y con un mayor margen de maniobra. Otro tema es si este margen es bien utilizado. Eso se verá con el transcurrir del tiempo.

Y con esto me gustaría introducir una nueva hipótesis respecto a la deuda española y quizás la propia deuda de los países de Europa: “es posible que no se pueda pagar la deuda” o dicho en otros términos si no hay crecimiento en el 2014, Europa deberá reestructurar su deuda o pagar con inflación. Japón lo tiene claro y así casi todos los países menos la UE de Merkel y Draghi.

Carpe Diem

Europa ya no es lo que era…….

Europe is no longer what it was…

The European Union in a full economic recession.

The latest growth figures confirmed that the recession in Europe not only affects the peripheral countries of the South, but also to large northern economies. Europe is another case of the long list of failed attempts to way out of a recession by adjustment policies.

La Unión Europea en plena recesión

Los últimos datos de crecimiento confirmaron que la recesión en Europa no solo afecta a los países periféricos del sur, sino también a las grandes economías del norte. Este comportamiento no es una sorpresa, sino lo esperable a la luz de las políticas contractivas y a los estrechos lazos comerciales entre los países de la Unión Europea. La historia ya nos mostraba que el momento adecuado para la austeridad es el auge, no la recesión. Europa, hoy, no es la excepción, sino un caso más a la larga lista de intentos fallidos de salir de una recesión por la vía del ajuste.

La semana pasada se conocieron los datos de variación del PIB del cuarto trimestre de 2012 de varios países y de la Euro Zona. Se destaca la caída en el nivel de actividad de las cuatro economías más grandes de la Europa: Alemania (-0,6% en relación al trimestre anterior), Francia (-0,3%), Italia (-0,9%) y España (-0,7%). Asimismo, Portugal sigue mostrando una recesión espeluznante (-1,8%). Estas cifras son peores que todas las previsiones hechas tanto por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo, el FMI y la mayor parte de analistas privados.

Crecimiento de la Zona Euro y países seleccionados

Variación trimestral, datos desestacionalizados1

Fuente: elaboración propia sobre la base de Eurostat

Dados estos resultados, la Zona Euro presentó una contracción de 0,6%, la mayor caída desde 2009 y el quinto trimestre consecutivo de variación negativa. Incluso, si ampliamos el tamaño de la región, tampoco se logran mejores resultados, ya que la Unión Europea (27 países) muestra una reducción del nivel de actividad de 0,5%. Es evidente que, a pesar del crecimiento de los países del este, su tamaño no logra compensar la caída en las economías principales. A partir de estos resultados, es evidente que 2013 va a ser un año muy difícil para la UE.

El caso alemán es particularmente ilustrativo, ya que era el único de los países grandes de Europa que aún no mostraba signos de recesión. Esperemos que ante este escenario, y siendo un año electoral, Merkel se decida finalmente por hacer algún tipo de política de estímulo. Por su parte, Francia ya anunció que no será capaz de cumplir con el objetivo de déficit de 3% del PIB para 2013, pero eso no significa que hayan modificado su postura en relación al tema. Por el contrario, afirmaron que el objetivo de déficit cero para 2017 va a ser cumplido. En relación a Italia y España ya no queda mucho que decir: con sus políticas fiscales contractivas hacen todo lo posible por no salir de la recesión, a la vez que no logran la consolidación fiscal.

En otras regiones, Estados Unidos continúa sin retirar los estímulos fiscales, mientras que Japón anunció una política fiscal de estímulo cercana a los 87.000 millones de euros para revertir la situación. Claro que ambos países cuentan con un Banco Central dispuesto a financiar al sector público en estos casos excepcionales. ¿Y el fantasma de la inflación? En Estados Unidos controlada, en Japón sin lograr incrementarla hace décadas. Ya quisieran ellos unos puntos más de inflación para reducir sus deudas.

En Europa también se cuenta con la posibilidad de que el Banco Central financie ciertos países que lo necesiten temporalmente. Una forma es a través de la compra directa de deuda. Pero solo existe esa posibilidad si se pide el rescate, el cual viene con un paquete de ajusta fiscal extremo, por lo que sería contraproducente.

En definitiva, Europa sigue en recesión, y la amplía hacia países que hasta ahora aguantaban. Así, no solo se genera desempleo, sino que tampoco se avanza hacia la sostenibilidad fiscal. Otros países del mundo desarrollado no están mucho mejor, pero al menos parecen intentar algo diferente a seguir ajustando. La esperanza que nos queda es que Alemania, ante su contracción y las elecciones próximas, se anime finalmente a estimular la economía, y una vez pasadas las elecciones permita atrasar los recortes de países con mayores problemas. Esperemos que hasta entonces, ya no sea demasiado tarde.

El problema de fondo es que Europa pierde peso y competitividad y aquél “spirits animal” que nos hacía ser desarrollados comienza a desaparecer. Creo que ya es hora de pensar que el mundo de nuestros hijos ya no será el de una Europa con liderazgo e innovación. Mucho me temo que esos espacios están reservado para otras zonas del planeta.

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